Sanabria 15 y 16 Julio 2006
El sábado por la tarde puse rumbo sur con mi caballo de hierro. Crucé pajares y me adentré en la planicie de la meseta sufriendo el calor de un buen dia de sol de Julio, si, si, un dia de verano en toda regla..
El calor brutal me hizo parar más a menudo de lo previsto hasta que a eso de las 19.30 avisté un oasis llamado Sanabria en el que me reuniria con mis colegas. Allí me esperaban Carolina y Lino que llegaron desde Madrid, y Alfredo, Chesco, Estrella, Alex y Susi que llegaron como yo desde Asturies.
Tras el esperado encuentro, un baño en el lago me refrescó del viaje y empecé a disfrutar de un fin de semana entre colegas.. cenamos y nos fuimos a la orilla del lago, Alfredo se baño y despues nos juntamos alrededor de una vela para charlar un rato bajo las estrellas.
Quien nos iba a decir que en ese momento de paz habia tras nosotros la amenaza de alguien que seguia todos nuestros movimientos y nuestra conversación al detalle, unos seres que agazapados en la noche nos controlaban de cerca, estaban tan cerca que casi sentimos su aliento en el cogote. Entonces nos asaltaron, fué un susto que tardaremos en olvidar.
Tras el primer impacto, Alfredo pidió que se identificaran, eran Pikoletos de paisano. Ellos decian que ya se habian identificado a Chesco y esta petición de Alfredo no les pareció muy bien, así que a callar... punto en boca. Hicieron "su trabajo" y se fueron.
Este fué el único momento violento del fin de semana, y tras él decidimos volver al camping a tomar unas sidras antes de acostarnos.
El domingo fué un dia de bastante calor, así que nos bañamos varias veces, con el colchón nos adentramos en el lago e hicimos acrobacias encima de él. Chesco, Alex Susi y Estrella alquilaron una lancha de pedales y se dieron una vuelta por todo el lago. Despues unas birras en el camping y a comer.
Enseguida llegó el momento de la despedida... que se le va a hacer. Poco a poco fuimos marchando, yo fuí el último en abandonar el camping, llegué a casa pasada la 1AM.
Nos lo pasamos todos estupendamente, desconectamos de nuestros trabajos y nos reimos mogollón. Espero que no tardemos mucho en repetir.